16 de febrero de 2019

La realidad es compleja

Vemos una realidad que es compleja de forma simplificada. Eso nos ayuda a tomar decisiones o evaluaciones rápidas, pero como toda simplificación, no coincide con la realidad, y las diferencias pueden ser importantes.

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Sacando un poco la idea de Planilandia, mucho de la realidad lo vemos en 0 dimensiones. Ser o no ser, si o no, está o no, se corresponden con un punto matemático. Agregar mas puntos individuales, o distintas etiquetas no aumenta la cantidad de dimensiones, bueno o malo, A, B, o C.

Recién cuando entramos en comparativos, decimales o tonos de gris pasamos a una dimensión. Mejor, mayor, caliente y otros implican una serie de puntos mas o menos continua, donde se puede tener más o menos de una cualidad o un atributo, no solamente tenerlo o no tenerlo.  Tener varios de estos criterios no significa automáticamente tener mas dimensiones, recién cuando se relacionan 2 o más podemos tener un plano o mayores dimensiones.

El tema es que la realidad es compleja. Vemos la "sombra" de algo de muchas dimensiones en las pocas que usamos para medirlo o evaluarlo, no haciéndonos una idea correcta de lo que estamos evaluando. Distintos criterios pueden dar distintas imágenes, y no ser ninguna de esas imágenes correctas o lo suficientemente representativas de la realidad.

Y no usamos muchas dimensiones en nuestras evaluaciones o modelos. De algo arbitrariamente complejo y multidimensional decimos que es o no es tal cosa (proyección a 0 dimensiones), o que es mejor o peor que otra cosa basados en un criterio (proyección a 1 dimensión) algo ya mas complejo basados en 2 o mas criterio (proyección hacia un plano u objeto 3d). Pero esto siempre es limitado, no somos buenos visualizando mas de 3 dimensiones espaciales, y cuando se nos presenta para evaluar el modelo de algo, o se limita a pocos criterios (1 a 3) relacionados, o se tienen criterios no relacionados (que hace que no se tengan dimensiones extra, y no se tengan integradas todas las dimensiones del problema.

En la imagen se puede ver un problema (una figura geométrica relativamente simple) por sus proyecciones a 3 planos (digamos que ver el problema, combinando de a pares, 3 criterios distintos). Pero esas combinaciones no reflejan lo que es la realidad del objeto que estamos viendo, es recién yendo a 3D (o a la cantidad de dimensiones correcta) que vemos realmente con lo que estamos tratando. Y lo que nos encontramos en la realidad no son figuras geométricas regulares, sino cosas mucho mas amorfas, con mucho mas ruido, mas detalle, mas texturas.

Todo esto parece muy geométrico, pero es lo mismo que pasa con ideas, personas o eventos de la vida real. Y sobre esto, hay que contar que hay dimensiones e informaciones que no sabemos, y tal vez ni siquiera intuimos. Nuestras proyecciones pueden dar alguna idea de que hay algo más, o no.

El mapa no es el territorio

Como conceptualizamos lo que vemos? Una isla. una montaña, caminos, ciudades, mar, etc. Nuestro diagrama de lo que es no nos muestra cada árbol, cada pájaro, cada grano de arena, cada fruta caída. Hay cosas que no nos interesa mostrar que están ahí, por mucho que estén, y que eventualmente puedan ser importantes para algo que queramos hacer o evaluar en el futuro. Hay animales peligrosos? Insectos o parásitos que transmiten enfermedades? Plantas alimenticias o medicinales? Doblones de oro escondidos entre la arena? Está afectando la circulación de una corriente marina? Que necesidad de información tendremos en el futuro? Las simplificaciones que hacemos pueden estar dejando afuera algo que puede ser esencial, especialmente cuando dejamos el ambiente prístino de nuestros modelos y nos enfrentamos con la realidad misma.

Tenemos que contrastar nuestros modelos con lo que realmente es. Sin importar lo claros, simétricos, elegantes o fáciles de transmitir que sean, nuestra conceptualización de la realidad tiene que explicar lo que realmente pasa,  admitir que son erróneos o incompletos, y/o usar las discrepancias para corregirse.