9 de diciembre de 2018

Lo opuesto a la iluminación

Uno imagina que con el correr del tiempo uno va a aprender más, y saber mucho más mas adelante, pero la sensación que tengo es de cada vez saber menos. Hay varios factores que me causan eso.

Expandiendo horizontes

En la medida que uno aprende (si no lo hace de forma totalmente focalizada y cerrada, al menos) van apareciendo nuevas cosas en nuestro horizonte. Algunas cosas que aprendemos, por supuesto, pero por sobre todo, cosas que notamos que no sabemos. Aprendemos que existe la química, y se abre todo un mundo de cosas que no conocemos. Leemos un libro de un autor, y notamos la cantidad de libros de su autoría que no leímos. Exploramos comunidades al azar y nos encontramos con un montón de gente discutiendo de temas que no conocemos, o que no teníamos idea de su profundidad. 

Es como si con cada paso que damos hacia el horizonte, este se aleja 10 kilómetros mas lejos, y se vuelve muchísimo mas amplio. Podemos retraernos, refugiarnos en las cosas de las que conocemos y donde nos sentimos seguros, pero tarde o temprano nos vamos a chocar con muchas de las cosas que estaríamos evitando ahora, y no tener ni idea de ellas en su momento puede tener un efecto bastante negativo.

Por otro lado, explorar siempre cosas nuevas nos pone en una situación donde la mayoría es nuevo y desconocido para nosotros, donde lo que va a primar es nuestra ignorancia. Y siempre habrá campos importantes donde eso va a pasar. 

Percibiendo lo desconocido

Ese ritmo de descubrir cosas nuevas, muchas de las cuales no teníamos idea de su existencia antes, termina convenciéndonos que no es algo que pase ocasionalmente o hasta cierto punto sí y después  ya no. Podemos dar un paso adelante y tomar como letra del problema que hay cosas que ni sabemos que no sabemos, la mayoría de las cuales que nunca vamos a saber ni tener idea de su posibilidad, y que muchas de ellas van a influir o afectar nuestras vidas o nuestro entorno inmediato. Podemos tratar de descubrir algunas de ellas, aprendiendo mas, o encontrando patrones donde no debería haberlos, cosas que no podemos explicar y que tienen que tener una razón detrás, por como se comportan los demás y otras medidas indirectas si hay cosas que aún no podemos percibir o conocer.

Pero como los horizontes que se amplían de la sección anterior, pero esto es algo muchísimo mas amplio que lo que podemos alguna vez saber que no conocemos, y también nos afecta. La imagen que me hago es la de caminar en la niebla, donde no veo por donde estoy caminando aunque creo que estoy sobre un camino seguro, y yendo el linea recta. Pero puedo estar equivocado, haber obstáculos, pozos, o no estar desde hace ya tiempo sobre terreno sólido. Puedo simplemente seguir con mi seguridad, y avanzar como si no hubiera ningún peligro, o puedo tantear el camino, lo que puede mejorar un poco mis posibilidades en caso de si haber algo, pero que me enlentecería mucho de no haber nada o al menos nada por donde vaya.

Lo que se y como pienso no es fiable

Nos preciamos de estar muy seguros de como pensamos, lo que sabemos y recordamos, pero la realidad es otra. Tenemos una serie de atajos y simplificaciones que nos han sido muy útiles en el pasado para tomar decisiones (especialmente en los casos donde no tenemos mucho tiempo o información para decidir), políticas por defecto, preferencias y historias que nos creamos para darle un sentido a la realidad. Esos factores y otros son la base de nuestros sesgos cognitivos

Muchas de ellas ponen en entredicho las decisiones que creemos que son reflexionadas y seguras. En algunas (por ejemplo el efecto Benjamin Franklin), llegamos a reescribir nuestra memoria, eso que consideramos inviolable y fiel, para que ajuste a nuestras acciones. Y para peor, siendo consciente de estos sesgos no garantiza no caer en ellos.

Uno podría aducir que como atajos que se han formado en generaciones, deberían estar la mayoría de las veces bien y no afectarnos mucho, si bien pueden causar que cometamos errores no debería de ser algo que pase frecuentemente. Pero pueden ser usados en nuestra contra, apuntados como errores metódicos que podemos cometer y obligarnos a hacer cosas que nos perjudican. En el pasado tal vez no era demasiado común, aunque en la historia se pueden haber destacado personas con conocimiento intuitivo de varios de ellos que podían haber tomado ventaja. Pero en las ultimas décadas se ha transformado en una ciencia, en un conocimiento metódico, algo al alcance de gente en los ámbitos políticos, financieros, publicidad, empresas, agencias de inteligencia, etc. Y se lo usa activamente para hacer que hagamos cosas que afectan negativamente nuestro futuro, o que no usemos nuestro criterio o conocimiento.

Cuanto de lo que sabemos esta ahi por fuentes confiables y realmente verificadas? Cuanto aceptamos de forma tácita por alguno de estos sesgos, pasando a formar parte de nuestra cultura? Cuanto de lo que elaboramos nosotros mismos (conclusiones, deducciones, trabajo, etc) pisa sobre terreno realmente firme a la luz de todo esto?

Prediciendo el futuro

Para que sirve el conocimiento? Entre otras cosas, nos permite de alguna forma predecir el futuro, o las consecuencias de alguna acción, o cuando menos alguna nebulosa noción de que lo que hacemos "esta bien" por las alguna de las cosas que implicarían en algún futuro cercano o lejano. Dentro de nuestro oficio o especialidad, "sabemos" como van a terminar siendo las cosas que hacemos, que van a resistir, para que van a servir, con que se van a encontrar.

Pero la realidad es mas caótica e impredecible de lo que pensamos, y nuestras predicciones en general mas incorrectas por nuestras propias limitaciones.

Parte de nuestra base para hacer predicciones es nuestro conocimiento del pasado, y cosas que no son exactamente conocimiento, como historias, cuentos, analogías, e incluso la historia que nos vamos construyendo de nosotros mismos. Eso toma prioridad contra, por ejemplo, probabilidades ("esta posibilidad en un millón es seguro que pase porque se trata de mi, ahora, etc"), no somos intuitivamente buenos en estadísticas, y es acá donde entran fuertemente esos sesgos o atajos de mas arriba. Somos buenos haciendo analogías contra otros eventos o cuentos, pero no siempre nos fijamos en lo que realmente hizo funcionar los eventos pasados, ni si esos factores siguen jugando ahora. Y la selección de las cosas sobre las cuales hacemos analogías también tiene sesgos. Y por supuesto, nuestro conocimiento (a veces parcial) no nos asegura que vendrá en el futuro.

Tampoco conocemos lo que hace funcionar las predicciones, los factores que intervienen en la causalidad. Acá entran también los factores que no conocemos que no conocemos, tanto para los eventos pasados como los futuros que estamos previendo, y eso tanto en su existencia como en su influencia. Incluso cambios pequeños pueden tener una influencia en determinados sistemas.

Otro factor que influye en nuestra capacidad de predecir son los bucles de realimentación. No siempre se tiene una acción puntual con un resultado definitivo e instantáneo, el resultado de nuestras acciones puede formar parte de un proceso, y nuestras futuras acciones depender del resultado de las anteriores. Y por supuesto, puede haber más actores, tanto más personas como entorno, ambiente, física o o incluso factores que consideramos externos, formando parte de esos bucles. Estos bucles puede manifestar un comportamiento emergente, una tendencia u orden que no podríamos deducir de los factores aislados.

A pesar de tener un nombre tan poco usual, es algo que nos encontramos en el día a día. Las ondas y su reflejo en un charco,  tendencias sociales, el como ajustamos nuestro comportamiento en base a quienes nos rodean y como lo hacen ellos, la lista es muy larga, solo hay que saber como verla. Y no se necesita demasiados componentes para llegar a algo complejo, el ejemplo más clásico que conozco, de física es  el  problema de los 3 cuerpos , algo casi caótico a partir de solo 3 elementos simples interactuando. Esas interacciones mutuas y realimentación es son cosas que usualmente descartamos o ignoramos, pero afectar y mucho, el como terminan pasando las cosas.

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